«Ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso».
Esta frase se empezó a escuchar en 1886 cuando los obreros de las fábricas comenzaron a denunciar que las jornadas de 12 y 18 horas eran demasiado largas y debían reducirse.
A partir del 1 de mayo de 1886 la Federación Americana de Trabajo empezó a promover jornadas de máximo 8 horas diarias.
Ahora bien, esta frase nos lleva a tres preguntas:
¿Qué significa trabajo? Según la RAE significa “esfuerzo” pero ¿realmente nos esforzamos? ¿Realmente damos lo mejor de nosotros cuando estamos trabajando? Hoy tiene que ser un día para reflexionar sobre la calidad de nuestro trabajo, si bien es cierto necesitamos dinero para vivir, eso no significa que debo hacerlo sólo por compromiso, sino que debemos esforzarnos en lo que hacemos.
Para algunas culturas, el trabajo dignifica a la persona, y muchas llegan a la conclusión que, para lograrlo, debemos hacerlo con amor. Así que pregunto yo: ¿hacemos nuestro trabajo con amor?
¿Realmente estamos teniendo 8 horas de ocio, de esparcimiento, de recreación? Aquí en Costa Rica la palabra “ocio” es mal vista, sin embargo, en gran parte de Latinoamérica y el mundo, el ocio significa esparcimiento o recreación, entonces tenemos que preguntarnos si realmente estamos dedicando tiempo a recrearnos, a distraernos, o simplemente a hacer algo que nos genere satisfacción y nos ayude a recargar baterías.
¿Realmente estamos descansando? Muchas veces se nos olvida que no somos máquinas y justificamos que tenemos mucho “trabajo” acumulado o “mucho por hacer” y terminamos dedicando más tiempo a nuestras ocupaciones laborales que a nuestro descanso y bienestar mental y emocional.
Es por esto que quiero hacerles 5 invitaciones:
1. Cada vez que vayamos a trabajar, tratemos de hacerlo con amor, con dedicación, con esfuerzo, de manera que, al hacerlo, nos haga personas más dignas y que por medio de ello, podamos honrar a las personas que reciben nuestros servicios o productos.
2. Recordemos que el trabajo no lo es todo, que no somos máquinas y que, si no estamos bien, no vamos a poder ayudar a otras personas, por eso empecemos a dedicar más tiempo, y tiempo de calidad a nuestro bienestar. Empecemos a hacer cosas que nos gusten, que nos recreen o nos permitan esparcir nuestra mente y recargar baterías.
3. No olvidemos descansar. Sin importar cuánto “adelantemos” el trabajo que tenemos pendiente, siempre va a haber más, entonces no ganamos nada con sobrecargarnos y hacer horas extra para “cumplir” con nuestro trabajo.
4. Valoremos nuestro trabajo. Muchas veces nos quejamos de lo que tenemos pero se nos olvida que hay personas que no tienen y pasan día a día intentando conseguir uno.
5. Y por último recordemos siempre que muchas personas lucharon por tener una jornada laboral más justa y humana. Si nosotros dedicamos más tiempo a trabajar del que deberíamos, el esfuerzo de ellas habría sido en vano.
Así que celebremos este día agradeciendo por el trabajo que tenemos y dando nuestro máximo esfuerzo.