Hace un tiempo leí una historia que publicó en redes sociales un amigo sacerdote sobre un viaje que hizo a la playa. Él contaba que fue y vio una palmera que estaba torcida pero que se había enderezado e hizo mención a la famosa frase: “árbol que nace torcido no se endereza” y ahí se dio cuenta que la frase era falsa.
Entonces me puse a pensar en eso y busqué en internet fotos de árboles torcidos y curiosamente mi amigo sacerdote tenía razón. Casi todas las fotos que encontré eran de árboles que habían logrado enderezarse. Claro, para lograr esto necesitaron un poco de ayuda. Todos lograron desarrollar una especie de apoyo, en algunos casos era una horqueta, en otro era una espiral y en otros simplemente era una curva que les ayudaba a retomar el camino a seguir.

Fue entonces cuando me di cuenta que al igual que los árboles, los seres humanos tenemos esta misma capacidad de retomar nuestro camino. Muchas veces nos juzgamos muy duro y se nos olvida que no somos perfectos y que podemos equivocarnos, “fallar” y hasta caer, eso no quiere decir que no podamos enderezarnos y retomar nuestro camino.
Me acordé también de esta famosa película de Disney llamada “La Familia del Futuro” en la cual Lewis, el personaje principal, pensaba que no era capaz de lograr nada y que no iba a llegar a ser nadie en la vida porque el invento que hizo no funcionó. En un momento de la película, una de sus familiares en el futuro le dijo: “del fracaso se aprende, del éxito no tanto” y es muy cierto. Cada vez que nos equivocamos, aprendemos y crecemos como personas y la siguiente vez lo hacemos mejor.
La película termina con este mensaje de Walt Disney: “En este lugar no perdemos demasiado tiempo mirando hacia atrás. Camina hacia el futuro, abriendo nuevas puertas y probando cosas nuevas, se curioso… porque nuestra curiosidad siempre nos conduce por nuevos caminos”.
Esto me lleva a 5 enseñanzas:
1. No importa cuántas veces te caigás, recordá que siempre podés levantarte y retomar el camino.
2. Siempre necesitamos apoyo, solos no podemos hacer las cosas, así que buscá siempre quiénes son esas personas que están ahí para ayudarte y apoyate en ellas.
3. No importa si tuviste una mala relación de pareja, si te despidieron de un trabajo, si perdiste un curso de la universidad o si te pasó una situación que no salió como esperabas, siempre podés empezar de nuevo y retomar tu camino.
4. El verdadero aprendizaje está en el “fracaso”, ya que si todo saliera como quisiéramos, probablemente no aprenderíamos muchas cosas y no creceríamos como personas.
5. No te juzgués tan duro, se vale y es de humanos equivocarse, pero también es de humanos levantarse.
Y por último recordá… somos humanos y como tal, nos podemos equivocar, podemos caer, podemos “fallar” pero así como el árbol que se endereza, vos también podés enderezarte.
Así que ya sabés: “árbol que nace torcido, sí puede enderezarse”.