Desde hace tiempo vengo pensando en esto: ¿por qué cuando no existían los celulares, la gente sí llegaba a algún lugar cuando había quedado de verse con alguien? No había necesidad de confirmar y aún así la gente era responsable. A lo mucho había que esperar unos minutos, pero sabíamos que la persona iba a llegar.
Hoy en día, con la cantidad de herramientas tecnológicas y con la facilidad para llamar, la gente llega tarde, no llega o lo que es peor, tenemos que andar detrás de ellas para confirmar si nos vamos a encontrar.
¿Por qué pasa esto? Siempre llego a la misma respuesta… por falta de “Responsabilidad”.
¿Y qué significa ser responsable? No es solamente ser puntual o llegar a un lugar cuando habíamos quedado de vernos con alguien, es mucho más que eso.
La responsabilidad es un valor que nos hace comprometernos con esa persona, institución o causa, es aquello que nos lleva a esforzarnos y entregar más por aquello que creemos que es importante.
Si yo me comprometo con alguien o con algo, nadie me tiene que estar recordando o confirmando si realmente nos vamos a ver. De hecho, me ha pasado que llego a un lugar o me conecto a una reunión virtual en la que habíamos quedado, y al final, nadie más asistió.
Es por esto que quiero proponer 7 estrategias para ser personas más responsables:
1. Hagamos una lista de aquellas cosas que son importantes para nuestra vida (personas, trabajo, causas o ideas). Si yo tengo claro quién o qué es importante para mí, es probable que me esfuerce por ser más responsable.
2. Prioricemos. No podemos hacer todo, por eso es importante establecer prioridades y decidir qué voy a hacer primero y qué voy a hacer después.
3. Agendemos. Sé que para muchas personas es difícil pero la mejor manera de priorizar es utilizando una agenda o un planificador y agendar las diferentes actividades o tareas que tenemos y dentro de estas, definir cuáles vamos a realizar por día. Como regla general, yo trato de no agendar más de tres cosas por día, es decir, una en la mañana, una en la tarde, una en la noche.
4. Avisemos con tiempo. Cualquiera puede tener un imprevisto, pero que sea la excepción y no la norma. Es muy feo tener que llamar a alguien para preguntarle si va a llegar… ¿por qué esperar a que nos llamen? Si tenemos un atraso, no pasa nada, a cualquiera le puede suceder, pero avisemos.
5. Aprendamos a decir “NO”. Si ya teníamos un compromiso familiar y nos invitan a una fiesta, digamos “NO”. Si ya tenía una actividad del trabajo o de algún grupo al que pertenecemos y mi familia quiere hacer un almuerzo, digamos “NO puedo, ya tenía un compromiso”. Si avisamos con tiempo, se puede programar en otro momento.
6. De ser necesario, utilicemos un recordatorio. A veces se nos puede olvidar algún compromiso, entonces utilicemos la tecnología y pongamos una alarma o un recordatorio en el celular.
7. Seamos leales. Una persona que es leal a sus principios y a lo que se compromete, habla muy bien de ella y dice mucho. Seamos leales a los compromisos que asumimos. No esperemos a que alguien nos tenga que llamar o recordar, si quedamos en algo, cumplamos con eso.
Y por último, tomemos las riendas de nuestra vida, dejemos de criticar y quejarnos por lo que hacen las demás personas, en lugar de ello, asumamos la responsabilidad de lo que hacemos y de esta manera, seremos personas más plenas.