Aprendamos a postergar gratificaciones

Hace muchos años cuando estaba en la universidad, tenía una profesora que siempre decía “en la vida hay que aprender a postergar gratificaciones”. Esa frase me quedó muy grabada tanto personalmente como profesionalmente.

En mis años como profesional en Orientación he acompañado el proyecto de vida de muchas personas, también he tenido contacto con muchas otras con las que sólo he conversado y he descubierto que la mayoría de las personas “quieren todo ya”.

Vivimos en una sociedad bombardeada por el consumismo y por las actualizaciones tecnológicas que hemos olvidado el valor de las cosas y hemos perdido tolerancia cuando algo no sale como lo esperamos o como teníamos planeado y por eso nos frustramos.

Ahora todo es descartable, lo bueno, lo que vale la pena, es poco duradero o nos cuesta mucho esperar por ello, porque “queremos todo ya”. Pero como he mencionado en otras ocasiones, la vida es un proceso y para poder obtener cosas buenas, para poder disfrutar de lo que queremos, tenemos que aprender a “postergar gratificaciones”.

Por eso es importante aprender a esperar, aprender a decir “todavía no, no es mi momento”. Me ha costado mucho llegar a entender y aceptar eso, pero con el paso de los años he podido evidenciar que sí es cierto, las mejores cosas llegan cuando esperamos y trabajamos por esas cosas que queremos… aunque eso signifique a veces tener que postergar gratificaciones.

Por eso les comparto algunas ideas para que se más fácil la espera y poder llevar ese proceso:

1. No compararnos. Tal vez sea un cliché y lo escuchemos muy seguido, pero es cierto, aprendamos a no compararnos con las demás personas, cada quien lleva su proceso y va a su ritmo.

2. Identificar mis logros. Todas las personas hemos alcanzado muchas cosas pero a veces no las vemos, por eso es un buen hábito hacer una pausa y sentarnos a hacer una lista que las cosas que hemos logrado en la vida, desde lo más pequeño como aprender a amarrarnos los cordones de los zapatos, hasta haber obtenido un título universitario, un trabajo o haber aprendido a manejar.

3. Valorar lo que tenemos y a las personas que tenemos. Muchas veces se nos olvida que la vida es pasajera y no sabemos si mañana estaremos aquí o si seguiremos tendiendo lo que tenemos hoy, por eso es muy importante valorar “el aquí y el ahora”.

4. Trabajar en nuestras metas. Si queremos comprarnos un carro, no basta con sólo decir: “de aquí a un año voy a comprarme el carro”. Tengo que empezar a hacer pequeñas acciones que me lleven a alcanzar esa meta y en el camino ir haciendo ajustes. Si pasó el año y no logré conseguir el dinero para el carro, entonces debo replantear mi plan para conseguir el dinero para el próximo año. Pero siempre debemos estar en movimiento, siempre debemos dar esos pequeños pasos de bebé, como menciona Sean Covey.

Al final lo más importante es recordar que en el camino debo hacer pequeños sacrificios, eso es postergar gratificaciones, pero cuando lleguen, van a hacer más satisfactorias y placenteras de lo que esperábamos.

Publicado por Alister Neira Mairena

Nací en Costa Rica, soy una persona muy alegre, optimista, extrovertida, con muchos deseos de ayudar a otras personas. Soy Orientador y Recreacionista. Actualmente soy el director de EFROVIDA, empresa privada que ofrece servicios profesionales en Orientación y Recreación. Me encanta realizar todo tipo de actividades recreativas, en especial me encanta acampar, jugar juegos de mesa, ir al cine, salir a bailar y compartir con mis amigos. Por último quiero rescatar la frase de Vicente Huidobro: “Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco”.

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