Es muy común observar en los procesos que como orientadores se llevan a cabo, ya sea en modalidad individual o grupal, se detecta la falta de motivación y dificultad en las personas para plantearse metas que resulten exitosas. Es aquí donde la teoría propuesta por Bandura sobre la autoeficacia puede ser una herramienta muy útil para trabajar estos temas.
Se entiende por autoeficacia: «los juicios de cada individuo sobre sus capacidades, en base a los cuales organizará y ejecutará sus actos de modo que le permitan alcanzar el rendimiento deseado» (Bandura, 1987,pag. 416)
Cuando se acompaña a la persona orientada en su establecimiento de metas y surge la pregunta ¿Considera que va a alcanzar estas metas? Muchas veces la respuesta mostrará inseguridad en la persona lo cual denota una baja autoeficacia, una persona que reconoce sus capacidades puede fácilmente plantearse metas más exitosas.
Bandura, señala que la autoeficacia percibida influye en cómo la persona piensa, siente, se motiva y se comporta, a través de cuatro procesos principales: cognitivo, afectivo, motivacional y de selección. (Bandura, 1987,pag. 445).
En el aspecto cognitivo la persona, se refiere al conocimiento que la persona posee sobre el saber aprendido a lo largo de la vida sobre distintos temas que le permiten tomar decisiones racionales.
En el aspecto afectivo se habla sobre cómo el entorno y la percepción de la persona de este influyen en la capacidad de la persona de motivarse a lograr sus metas. En cómo los factores como el estrés y la ansiedad son superados por la persona, por ejemplo, le dan a la persona un mayor o menor grado de confianza y motivación para confiar en sí misma y alcanzar autonomía.
En el aspecto motivacional Bandura explica que la capacidad de la persona de motivarse a sí misma viene desde dos aspectos, el apoyo recibido por sus redes de apoyo y la confianza que la persona tenga en sus acciones y conocimientos. Además en los recuerdos de éxitos a lo largo de la vida y la dedicación que ha puesto en el alcance de metas previas
Finalmente el aspecto de selección se nutre del autoconocimiento de la persona sobre sus capacidades y habilidades, lo cual llevará a que la persona busque plantearse metas en las cuales pueda anticipar cierto grado de éxito, y metas en las cuales sabe que tiene muy pocas oportunidades de éxito. La persona que desea realizar metas de las cuales no tiene el suficiente conocimiento requiere de una preparación apropiada para que su grado de autoeficacia le permita tener más seguridad y éxito en el alcance de las mismas.
El brindar herramientas que favorezcan el desarrollo de la autoeficacia permite brindar a las personas una autoeficacia alta y que estén muy interesadas en las tareas en las que participan, y vean los problemas como desafíos estimulantes, experimentan un compromiso elevado hacía sus intereses y actividades, y se recuperen rápido de sus fracasos.
Por el contrario, los individuos con una autoeficacia baja o débil: evitan tareas u objetivos desafiantes, piensan que las metas difíciles están fuera de su alcance, e interpretan los fracasos como algo personal. Es por este motivo que se destaca la importancia de traer esta teoría al quehacer Orientador y para lograr un mayor nivel de motivación y éxito en las metas que las personas se propongan.
Referencias Bibliográficas
Busot, I. (1). Teoría de la auto-eficacia (A. Bandura): Un basamento para el proceso instruccional. Encuentro Educacional, 4(1). Recuperado a partir de https://produccioncientificaluz.org/index.php/encuentro/article/view/1090
Garcia-Allen. 2015. La autoeficacia de Albert Bandura ¿Crees en ti mismo? Psicología y mente Recuperado a partir de https://psicologiaymente.com/psicologia/autoeficacia-albert-bandura