El flechazo que hiere

Se acerca la celebración del día de San Valentín, y con ella se mueven muchas emociones, pensamientos y estrategias de mercadeo también. Pero hay muchos temas que quizás no se suelen mencionar porque no generan siempre alegría o felicidad. Son aquellos temas que más allá del amor “romántico” o del enamoramiento, pueden ser más bien situaciones o factores negativos en una relación de pareja. Y así como es importante reconocer y rescatar lo “bonito” y lo positivo, también es importante reflexionar sobre algunas dinámicas que podrían no ser tan buenas para ambas partes.

Uno de estos temas es el apego. Si bien hay tipos de apego que pueden ser positivos o que son incluso necesarios, hay otros tipos de apego que pueden más bien “atarnos” a una persona de una manera negativa y que puede tener importantes efectos en la relación y en las personas que forman parte de ella.

El depender totalmente de la pareja, por ejemplo, cuando se le limita o prohíbe a uno de los miembros realizar actividades de forma independiente, tener sus tiempos personales, reunirse con otras personas o amistades por sí misma, o si las decisiones de pareja dependen sólo de una de ellas, si sólo una puede hacer propuestas o dar opiniones, o aún peor si sólo esa persona va a tener siempre la “decisión final” o es la única que “siempre tiene la razón”; puede haber un conflicto importante, ya que se está anulando a la otra persona o hay una dependencia muy negativa.

Esto puede ir de la mano también con el tema del “manejo del poder”. El poder puede tener diferentes aristas y diferentes niveles, y en una relación puede generar dinámicas muy dañinas para ambos. Hay ocasiones en que, por la posición socioeconómica, por la formación intelectual, por tener un mejor trabajo o una mejor posición laboral, una de las personas va a tener una posición que es vista como “superior” consciente o inconscientemente, y la otra persona se ve como “menos” o siente que es la que siempre tiene que seguir lo que la otra dice o quiere.

Siempre habrá circunstancias diferentes para cada miembro de la pareja, pero es importante que haya mucho diálogo y negociación para que ambas personas puedan estar en la relación con un nivel de igualdad, de equilibrio. Puede ser que una persona aporta más económicamente, y eso no tiene porqué implicar que la otra persona tiene una “deuda” y por lo tanto debe tener una cierta posición de sumisión; sino que cada uno aportará desde su realidad buscando un equilibrio entre las diferentes áreas que componen una relación.

Todos tenemos diferentes maneras de relacionarnos, de expresar nuestro afecto y nuestro cariño, por lo que esto no significa que, si uno de ellos siempre da chocolates a su pareja, debe esperar lo mismo de la otra persona. Puede ser que la otra persona prefiera cocinar un desayuno, o escribir un poema. Lo importante no es la manera, sino que el dar y recibir aprecio y cariño sea algo equilibrado, de igual manera con lo económico y con el apoyo emocional. Porque muchas veces sucede que una sola persona es la que debe dar, aportar, apoyar y soportar, y la otra persona realmente se mantiene en un estado de comodidad, o aún peor, de exigencia constante. Esto puede generar que una persona termine desgastándose, por ser quien siempre debe darse en la relación, generando cada vez más expectativas y dependencia.

Cualquiera de estos factores puede generar que una relación no sea positiva para ambas personas, y tampoco les permita crecer como individuos ni cómo pareja. Ante esto es muy importante tomarse la tarea de observar la relación, cómo cada uno se comporta y se relaciona con el otro. Es vital fomentar el diálogo y la comunicación constantes, donde cada persona pueda expresar su opinión y perspectiva, fomentar espacios de decisión en conjunto, de escucha y tomar decisiones y acciones para el bien de ambos. Y en caso de ser necesario, buscar también ayuda profesional, que les pueda dar más herramientas para mejorar y fortalecer la relación.

Publicado por David Nicolás González Barboza

Orientador y Gestor de Talento, con gusto por la lectura, la música, el aire libre y los retos. Creo en el sentido de comunidad, de que todos podemos aprender de las otras personas y construir cosas increíbles en conjunto. En búsqueda de crecer, aprender y construir una vida con sentido para mí y las demás personas.

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