Del desove al mar abierto: cómo emprender nuevos proyectos

Una pequeña tortuguita marina dura aproximadamente 60 días en su período de incubación, muchos factores externos determinarán su nacimiento y supervivencia, pero será su lucha y perseverancia la que le permite llegar a superar todos esos obstáculos para alcanzar su total desarrollo y convertirse en esa 1 de 1000 que logra llegar a la vida adulta.

Hoy quiero que pensemos en nuestros proyectos personales como en esa tortuguita: un día brota una idea cual huevito tierno de tortuga, lo primero que empezará a atentar contra ella serán los depredadores, ya sean nuestros propios pensamientos o las voces de quienes nos rodean nos dirán que no podremos lograrlo, que es una mala idea, que no perdamos nuestro tiempo, etc.

Si la idea logra incubarse adecuadamente, así como las tortuguitas, deberá romper primero la carcaza que la recubre para alcanzar su verdadera forma, no se trata solo de fuerza sino que se requiere técnica y herramientas adecuadas, la naturaleza dota a las tortugas de un “diente de huevo” y un instinto para saber que debe romper el huevo para salir; así mismo nuestra idea necesita que afilemos nuestros conocimientos, técnicas y habilidades para que llegue a convertirse en un verdadero proyecto.

Cuando ya el proyecto tiene forma, seguirá todavía enterrado bajo muchas objeciones y miedos, así que necesitaremos de un equipo para excavar y permitirle salir a la superficie. Aunque el camino de la tortuga es independiente, esta etapa requiere de un arduo trabajo en equipo, necesitará de otras tortuguitas que también le ayuden a excavar antes de que sea demasiado tarde, es por esto que necesitamos rodearnos de personas positivas que nos apoyen y nos brinden una mano cuando más lo necesitemos.

Ya en la superficie, si tenemos el norte claro como las tortugas, comenzará la carrera hacia la meta: los científicos indican que el brillo del mar marca su destino, así mismo nuestro proyecto deberá tener objetivos claros que nos establezcan una meta para luchar con determinación hasta llegar a ella con el ritmo adecuado, para así evitar los nuevos obstáculos que se impondrán en el camino.

Llegar al mar no asegura la supervivencia, ya con los objetivos iniciales cumplidos, el camino de madurez de la tortuga comienza cuando ya está en mar abierto, ahora se trata de encontrar alimento, huir de nuevos depredadores y arrancar su viaje hacia nuevas aguas.

Esta semana 🎉EFROVIDA cumple 11 años🥳 desde su desove, muchas personas habrán pensado que esa idea no llegaría ni siquiera a salir del cascarón, pero ya hoy se encuentra navegando con decisión en nuevas corrientes marinas; aquello que nació como un proyecto personal de nuestro fundador Alister Neira, hoy reúne a un maravilloso grupo de colaboradores orientados por la misión “Enseñar para la Vida” y sigue impactando a cientos de personas anualmente.

Así que hoy les invito a soñar con sus propios proyectos, ya sean ideas de emprendimiento laboral, de realización personal, de impacto familiar o social, sin importar cuál sea su naturaleza, no permita que muera sin haber dado la lucha; también en esto, desde EFROVIDA, podemos orientarle y acompañarle y tal vez en 11 años estemos celebrando que su idea logró llegar y mantenerse en mar abierto.

¡Gracias Alister por su perseverancia! ¡Y gracias a todas las personas que han creído en EFROVIDA¡ Seguiremos nadando con determinación por y para ustedes.

Publicado por Natalia Galeano

Licenciada en Psicología, Máster en Innovación Social y Economía Solidaria.

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