¿Alguna vez se han sentido contra la espada y la pared? Bueno yo, mil veces, es más hoy mismo me siento así. Creo que todos a nivel nacional hoy nos sentimos así. Costa Rica se enfrenta a la elección de su presidente #49 de la historia y ha sido de las elecciones más incómodas e insatisfactorias pues las opciones, a la mayoría no solo no nos convencen, sino que también nos desilusionan.
Pero no quisiera detenerme y ni dar mis palabras a la bondad o maldad de los candidatos ni a los resultados que ya de por sí pueden parecernos, a la mayoría, desalentadores. Mi intención con este escrito es poder refrescar este momento con pensamientos siempre profundos y cargados de esperanza (y ¡vaya que es necesaria!)
«A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino.» Viktor Frankl
Sabemos que desde que venimos al mundo empezamos experimentando pérdidas. Desde la pérdida de nuestros primeros dientes, hasta la perdida de un ser querido. Mudanzas, entrada al sistema educativo y el desapego que esto trae de nuestros padres, el duelo por una mascota que nos deja, un año perdido en la escuela o colegio, las rupturas amorosas… en fin cada día que pasa algo se lleva.
Sin embargo, apelo a que podamos recordar las palabras que posiblemente hemos oído en algunas de estas circunstancias… ¡Vamos, ánimo! ¡todo pasa por algo! ¡De seguro algo mejor vendrá! ¡esto nos dejará grandes aprendizajes! ¡Tu actitud ante esto es lo importante!
Y no es una especie de mantra o amuleto. La actitud ante las cosas definitivamente es una herramienta que define muchas cosas. No es dejar a la suerte a lo que salga, tampoco es el extremo del positivismo tóxico ni tampoco significa cegarse a que de camino no habrá sufrimiento. Es un hecho que el cambio, camino o lo que venga traerá momentos de sufrimiento pues esa es la materia prima de la vida, pero este será el punto de quiebre para más encontrarnos más fuerzas.
“El realismo nos avisa de que el sufrimiento es una parte consustancial de la vida, como el destino y la muerte. Sin ellos, la existencia quedaría incompleta.” Viktor Frankl
Aún en los escenarios más apremiantes y desesperantes, Frankl invita a centralizar nuestro enfoque en la elección que nadie nos puede quitar: la elección de esa actitud con la que decidimos enfrentar cualquier tipo de circunstancia. La circunstancia está y estará. Lo que traiga no lo podremos determinar nosotros, sin embargo, la actitud que nos permite resignificar y reconstruir lo que nos pasa sí, y esta debería de provenir de pensamientos realistas pero responsables. No voy a tomar decisiones que pongan en riesgo mi “última libertad” o el mal uso de ella.
Nuestra “última libertad” es oro ante un mundo incierto y desesperanzador. Optar por una actitud que construya, que nos de equilibro (sobre todo mental) es la mejor meta que nos podríamos poner en medio de contextos donde se nos exige vivir al límite. Enfrentamos muchas realidades cada día, desde un despido, una decisión vocacional, una muerte, arrugas, una factura sin pagar, una enfermedad, un accidente, una injusticia… La actitud sigue siendo fundamental en cualquiera de los casos.
La elección de un presidente recae al final, si o si, en un país completo e intervienen muchas variables que se salen de nuestras manos pero la invitación de Frankl, desde las profundidades más dolorosas de un campo de concentración, de tomar una actitud resiliente, recae en usted y en mi… ¿Cuál será nuestra actitud mañana? ¿Cuál será nuestra actitud día a día pese a lo que venga?
