Para muchas personas diciembre y/o enero, son meses complicados, e incluso de crisis.
Para la persona trabajadora independiente su crisis se da en diciembre, ya que desde finales de noviembre las empresas dejan de contratar servicios externos, por lo que es un época de “vacas flacas”, mientras esperan que el año comienza para que empiecen a solicitar de sus servicios.
Para la persona asalariada, su crisis se da a inicio de año, con la famosa “cuesta de enero”, aun cuando en diciembre recibieron el aguinaldo a final de año, en muchas ocasiones, ese dinero ya está comprometido para pagar algunas deudas pendientes o bien, para comprar algún presente para los seres queridos.
Entonces viene la pregunta: ¿Cómo sobrellevar esta situación? ¿Cómo sobrevivir a la cuesta de enero?
Los especialistas hablan que todas las personas, independientemente de si trabajan para alguien más o son autoempleadas, deberían apartar al menos el 10% de sus ingresos a lo largo de todo el año, y si bien es cierto el año está terminando y tal vez no hubo oportunidad de hacerlo, siempre se puede tomar medidas al respecto.
He aquí algunas recomendaciones:
Salve su aguinaldo: si no lo hizo durante el año, todavía lo puede hacer con su aguinaldo. Guarde al menos el 10% de este para suplir cualquier necesidad que pueda surgir en enero.
Priorice: haga una lista de las cosas que verdaderamente necesite comprar, o mejor dicho, de los regalos que le gustaría dar ahora en diciembre. Y recuerde, ¡los mejores regalos no siempre vienen en caja! Esto quiere decir que tal vez usted puede darle un regalo a ese ser querido, sin necesidad de gastar mucho dinero, tal vez la otra persona, sólo desea tiempo de calidad con usted.
Prepárese: ya sea que trabaje independientemente o sea asalariado, tome un tiempo para planear cómo va a iniciar su año, analice los proyectos que tiene, haga un presupuesto para el año que comienza y haga una estrategia de cómo puede mejorar sus ingresos.
Sea paciente: no desespere, recuerde que después de toda época de “vacas flacas”, viene otra de “vacas gordas”, simplemente organícese, ordene sus finanzas y sea paciente mientras llega esta época de prosperidad.
Y mientras tanto, aproveche este tiempo y disfrútelo con sus familiares y seres queridos.
¡Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo!