Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-.

Estoy seguro que todo el mundo ha oído hablar de él, han leído acerca de él, e incluso han hecho obras de teatro o quizás hasta películas o documentales…

  • Pero los ojos están ciegos: hay que buscar con el corazón, dijo el Principito.

Todos han oído hablar de este pequeño príncipe, que viajó por el espacio tratando de encontrar lo esencial, tratando de descubrir y entender otros planetas y las personas que las habitaban. Lo cierto, es que El Principito, obra creada por Antoine de Saint-Exupéry,  hizo mucho más que eso, nos dio una lección de vida:

Los hombres se encierran en los rápidos, pero no saben lo que buscan. Esto lo descubrió después de su visita a algunos planetas, por ejemplo: en su visita al planeta del Hombre de Negocios, siempre tan ocupado, que no tenía tiempo ni siquiera para ver al Principito a los ojos, pasaba haciendo cuentas día y noche, nunca descansaba y lo peor de todo es que nunca era feliz porque siempre estaba preocupado por tener más y más y porque nadie le quitara lo que era “suyo”, cuando en primer lugar nunca ha sido de él.

¿Cuántas veces nos pasa en la vida? Pasamos 17 años estudiando en la escuela y en el colegio, tratando de ser los “mejores”, sin darnos cuenta que cada persona camina a su ritmo y a su tiempo y pasamos tan preocupados que alguien más “me quite” ese primer lugar, que no disfrutamos esa etapa de la vida.

Luego entramos a la universidad y es aún peor. “Tengo que ser el mejor”, “tengo que sacar las mejores notas”, “no puedo atrasarme”,  “tengo que graduarme en el menor tiempo posible” y pasamos tan preocupados por esto, que tampoco disfrutamos la época de la universidad.

Salimos de la universidad y empezamos a buscar trabajo, y en ocasiones buscamos cualquier cosa con tal de percibir dinero – aún si no disfrutamos lo que hacemos – y nos enfocamos tanto en esto, que de nuevo, no disfrutamos la época laboral, y por último llegamos a pensionarnos y nos decimos a nosotros mismos: “si tan sólo tuviera más tiempo para disfrutar de esta etapa. Se me fue toda la vida haciendo y haciendo, y al final no disfruté lo que hice”.

Otro personaje que también recordamos es al zorro quien le dice al Principito: El tiempo que perdiste con tu rosa, hace que tu rosa sea tan importante… los hombres han olvidado esta verdad.

Y es que no se trata de “hacer por hacer”, no se trata de “trabajar por trabajar”, no es lo que hacemos, sino cómo lo hacemos, cuánto esfuerzo, dedicación y pasión le damos a lo que hacemos. Si realmente hacemos algo con amor y entrega, si realmente disfrutamos lo que hacemos, vamos a darnos cuenta que al final va a ser una gran labor y las demás personas lo van a notar, nos van a buscar, nos van a recomendar, nos van a reconocer como grandes profesionales y esto, nos va a permitir sentirnos realizados y el día de mañana vamos a ver para atrás y vamos a pensar: “disfruté lo que hice y soy feliz”.

Por eso, no importa lo que hagamos, no importa en qué trabajemos, siempre que disfrutemos y amemos lo que hacemos, vamos a sentirnos como personas realizadas.

Publicado por Alister Neira Mairena

Nací en Costa Rica, soy una persona muy alegre, optimista, extrovertida, con muchos deseos de ayudar a otras personas. Soy Orientador y Recreacionista. Actualmente soy el director de EFROVIDA, empresa privada que ofrece servicios profesionales en Orientación y Recreación. Me encanta realizar todo tipo de actividades recreativas, en especial me encanta acampar, jugar juegos de mesa, ir al cine, salir a bailar y compartir con mis amigos. Por último quiero rescatar la frase de Vicente Huidobro: “Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco”.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: